mi estancia fue muy agradable. el hotel estaba en una buena ubicación, cerca de los museos y de la plaza dam, lo que facilitó explorar la ciudad. la habitación tenía una pequeña heladera que resultó muy útil para mantener mis bebidas frías.

faltarían ganchos o toalleros en el baño.

La ubicación es excelente, cerca de los museos más importantes.

Mi experiencia en el Hotel Bellington fue bastante decepcionante. La limpieza de la habitación dejó mucho que desear. el piso estaba sucio a nuestra llegada y no hubo ninguna mejora durante nuestra estancia. Además, las escaleras empinadas hacían que mover nuestro equipaje fuera un verdadero desafío, lo que añadió una carga innecesaria a nuestro viaje.

Un encanto oculto en Ámsterdam

La ubicación es excelente, a un par de minutos a pie de Museumplein. Además, el personal es increíblemente amable, siempre dispuesto a ayudar. Me gustó que el chico que lleva el hotel subió mis maletas sin dudar.

Las escaleras son bastante empinadas, lo que puede ser complicado con mucho equipaje. noté que la limpieza del baño podría mejorar, ya que al llegar había un olor desagradable.

El desayuno era variado y delicioso, lo cual fue una sorpresa muy agradable.

Las escaleras son extremadamente empinadas, lo que complicó el traslado de nuestras maletas.

La ubicacion es excelente, cerca del Rijksmuseum y con buenos lugares para comer. Las escaleras son muy empinadas y difíciles de subir con equipaje.

Pasé tres días agradables en Bellington. La habitación era acogedora y limpia, con una pequeña heladera que fue muy útil. El equipo de recepción, aunque no hablaba español, se aseguró de ayudarme siempre. Eso sí, las escaleras son un reto, pero eso es parte del encanto de Ámsterdam.

El hotel tiene una ubicación muy cerca del Rijksmuseum y Museumplein, lo que resulta conveniente para visitar los museos más importantes. La habitación cuádruple contaba con baño privado, algo que se vio como una ventaja para nuestra comodidad durante la estancia.

Sin embargo, sin ascensor y con escaleras muy empinadas, mover el equipaje fue un verdadero desafío. La limpieza dejó mucho que desear. el piso estaba sucio a nuestra llegada y no hubo mejoría durante los días que estuvimos. Además, la falta de ganchos o toalleros en el baño complicó las cosas, y el olor del baño no era el mejor. Hubiera sido útil contar con un microondas para preparar algo, ya que no se puede subir la comida caliente si no tienes acceso a una cocina.

Me encantó la cercanía del hotel a los museos y al parque Vondelpark, lo que facilitó nuestras caminatas. Además, la habitación era acogedora y limpia, con una pequeña heladera que resultó muy útil para bebidas frías. La atención del personal también fue destacable, ya que siempre estaban dispuestos a ayudar y nos dieron buenos tips para desplazarnos por la ciudad.

La limpieza dejó mucho que desear. el piso estaba sucio a nuestra llegada y no mejoró durante nuestra estancia. Las escaleras son bastante empinadas, lo cual complicó mover nuestro equipaje.

La habitación tenía un baño privado que casi era más grande que el cuarto, ideal para no tener que hacer malabares con el lavabo. Además, estaba a solo 7 minutos a pie de una variedad de restaurantes, lo que hacía que la caza de buena comida se sintiera como una aventura culinaria.

Escaleras empinadas

La limpieza de la habitación fue buena, y aprecié el cambio de toallas cada dos días. Sin embargo, las escaleras eran muy empinadas, lo que dificultaba el acceso, y la espera para el check-in fue un poco incómoda. Es un lugar adecuado para familias, especialmente si planean visitar los museos cercanos.

La ubicación es espectacular, cerca de los museos y con fácil acceso a transporte. El personal es muy amable y siempre está dispuesto a ayudar (¡te llevan las maletas sin que pidas! ). El desayuno es sencillo pero suficiente para comenzar el día.

No podría pedir más.

una experiencia única en el hotel bellington, excelente ubicación y atención maravillosa que te harán sentir como en casa

La ubicación era fabulosa, justo al lado de la zona de tiendas de lujo de Ámsterdam. El personal fue increíblemente amable y servicial, lo que hizo que nuestra estancia fuera aún más agradable. ¡Definitivamente un buen lugar para descansar después de explorar la ciudad!